Karen Price, la “Pequeña Señorita Nadie”: una adolescente desaparecida, dos asesinos y el hallazgo del cuerpo 8 años después

El 7 de diciembre de 1989, un grupo de obreros trabajaba en la instalación de tuberías en una casa de Cardiff, la capital de Gales. Quedaron horrorizados cuando cavaron en la parte trasera de la propiedad y encontraron restos óseos envueltos en una alfombra.

Ese fue el inicio de la búsqueda de respuestas que llevó a los investigadores a descubrir la identidad del cadáver: era Karen Price, una adolescente de 15 años que había desaparecido el 2 de julio de 1981.

Karen Price tenía 15 años y su caso sentó precedente a nivel internacional.Karen Price tenía 15 años y su caso sentó precedente a nivel internacional.

El sótano del edificio ubicado en el número 29 de la calle Fitzhamon Embankment, había sido la escena de un brutal crimen ocho años antes.

La prensa británica se agolpó en la vereda de enfrente, a la espera de las primeras declaraciones de la policía. Hasta ese momento el caso era conocido como “el cuerpo de la alfombra“, y en una época anterior a las pruebas de ADN, había pocas certezas sobre qué había sucedido en aquel lugar.

Las primeras pistas: los dientes y los insectos en la alfombra

Paul Fenton, un sargento detective de la policía del sur de Gales, ahora retirado, fue uno de los primeros en llegar a la escena. Participó del nuevo documental Buried Secrets: The Body in the Carpet, en la pantalla de Channel 5, donde revelaron imágenes de archivo del momento en que los cinco albañiles realizaron el espeluznante hallazgo.

El lugar donde hallaron los restos de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)El lugar donde hallaron los restos de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)

Era una zona muy concurrida donde la gente entraba y salía todo el tiempo, y habían hecho varias ampliaciones y modificaciones edilicias en departamentos lindantes.

“No había nadie viviendo en la casa en el momento en que la encontraron semienterrada, y comenzamos con la recolección de toda la evidencia posible”; rememoró Fenton.

Describió que los restos de ropa que la cubrían fue el puntapié para deducir que era el cuerpo de una mujer, y estaban seguros de que había sido un homicidio. Tenía las muñecas atadas y una bolsa sobre la cabeza.

“A través del estudio de sus dientes se pudo determinar que tenía 15 años y medio al momento de su muerte”, indicó. El dentista forense David Whittaker advirtió el color rosa de la dentadura, otro detalle fundamental para determinar que había fallecido de forma violenta.

“Un traumatismo contundente tuvo que provocar la ruptura de los capilares para que luego la hemorragia se extendiera hacia los dientes”, reveló Whittaker.

Para determinar la fecha tentativa de muerte, analizaron la presencia de insectos en la alfombra. Encontraron larvas de mosca azul, lo que indicaba que murió entre abril y octubre, la época de la puesta de huevos de esa especie.

Pudieron determinar que el crimen ocurrió entre 1982 y 1984, y con ese dato comenzaron a rastrear a los antiguos residentes de la propiedad, para confeccionar una lista de sospechosos de asesinato, entre los que podía estar el homicida.

Así pasaron de casi nulos indicios, a saber género, edad y lapso temporal en que la adolescente fue asesinada. Faltaba el nombre, para determinar la identidad de la víctima, y saber con quiénes se relacionaba en aquel entonces.

Para eso recurrieron a los reportes de personas desaparecidas, pero no encontraron ninguna coincidencia, ni tampoco denuncias posteriores. “Recorrimos todo el país, y fue impactante que no encontráramos nada, que nadie la hubiera buscado en ocho años, ¿por qué nadie la había extrañado?“, se preguntó el detective Fenton.

La aparición del rostro de Karen Price: una reconstrucción histórica con arcilla

La ausencia de su búsqueda desde su muerte, y el hecho de que fuese una menor de edad, generó conmoción en el Reino Unido. La prensa la apodó Little Miss Nobody, “La Pequeña Señorita Nadie”, y cuando por fin se supo quién era, el caso tuvo trascendencia nacional.

El aporte de Richard Neave, un artista forense de reconstrucción facial, fue indispensable para crear una imagen del rostro de la víctima antes de morir.

El experto pudo crear una réplica con una técnica que se había utilizado en hallazgos arqueológicos, pero que nunca antes se había probado en una investigación criminal.

Richard Neave junto a la representación en arcilla del rostro de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)Richard Neave junto a la representación en arcilla del rostro de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)

“Hizo un molde de su cráneo con arcilla, y moldeó una imagen que la policía luego se mostró en televisión junto a una cronología de cuándo probablemente desapareció, esperando desesperadamente que alguien pudiera reconocerla”, explicó el detective principal en el documental ya citado.

La policía recibió la llamada de dos trabajadores sociales, quienes finalmente le dieron voz a la víctima, y por fin supieron su nombre: Karen Price.

Para confirmar que se tratase de la misma adolescente que describían, el dentista forense localizó una clínica en el norte de Cardiff que poseía un historial dental compatible con los restos de la dentadura, y la coincidencia dentaria confirmó que el registro era de la misma persona, que efectivamente tenía 15 años al momento de su muerte.

El rostro en arcilla de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)El rostro en arcilla de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)

Quién era Karen Price, “La Pequeña Señorita Nadie”: una corta vida de hogar en hogar

Karen había estado bajo tutela estatal desde que era una niña de 10 años, tras el divorcio de sus padres. Hubo problemas legales con su custodia, y los servicios sociales la llevaron a una residencia de ancianos de forma temporal.

Después de ser enviada a un hogar de acogida, del que se escapó varias veces, finalmente se fue para no regresar en 1981. Nunca se dejó constancia de su desaparición y nadie la había buscado en los ocho años que transcurrieron desde que fue vista por última vez.

Una trabajadora del centro infantil del que había desaparecido se puso en contacto con la policía después de ver la reconstrucción en arcilla en el programa Crimewatch, y confirmó que los servicios sociales nunca reportaron su desaparición, porque lamentablemente las idas y venidas de los menores eran comunes.

Karen Price estuvo en sistemas de acogida públicos desde los 10 años.Karen Price estuvo en sistemas de acogida públicos desde los 10 años.

“La vida era muy difícil para los fugitivos menores de edad como Karen, debido a todas las tentaciones y a los indeseables que vivían y operaban en esa zona”, comentaron los investigadores.

Aún no había sospechosos, ni registros de inquilinos o propietarios que coincidieran con la fecha del asesinato. “La única manera de averiguar era tocando puerta por puerta, con una investigación artesanal policial; no es como ahora que hay registros de los movimientos de las personas en sus redes sociales, que quedan las fechas de sus posteos, sus ubicaciones, aquí no había nada de eso”, destacó Fenton.

Cuando todo parecía haberse estancado en un camino sin salida, recibieron otro llamado, que resultó más sombrío de lo que podían imaginar.

Idris Ali, un joven veinteañero, llamó a la estación y dijo que había sido amigo de Karen en la época previa a su desaparición. Contó que teníann casi la misma edad y que la había conocido en una estación de autobuses.

“Mencionó que él le había presentado a Alan Charlton, un joven encargado cinco años mayor que Idris, con una reputación temible por su fama de proxeneta, que había estado viviendo en el sótano del edificio donde hallaron a Karen; y eso lo ubicaba en el tiempo y espacio del crimen, como principal sospechoso”, revelaron los investigadores.

Idris Ali confesó haber sido cómplice del asesinato de Karen Price. (Foto: Captura @TrueCrimeCentral)Idris Ali confesó haber sido cómplice del asesinato de Karen Price. (Foto: Captura @TrueCrimeCentral)

La atroz verdad de la testigo “D”, la única sobreviviente del horror

Después de interrogar a Idris, la policía supo que él la había llevado a Karen al apartamento de Alan, junto con otra joven, que se hizo conocida como “la testigo D”, para proteger su identidad.

“Sabemos que Idris Ali admiraba a Charlton y lo veía como alguien a quien aspiraba a ser, así que cuando le pidió que le consiguiera dos chicas para un a fiesta, vio en Karen una víctima perfecta”, revelaron los detectives.

Alan Charlton, el homicida de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)Alan Charlton, el homicida de Karen Price. (Foto: Captura YouTube @TrueCrimeCentral)

Supieron que la segunda niña, que el momento del crimen tenía 13 años, era amiga de Karen, y ella se convirtió en la testigo clave del caso para la policía.

Paul Bethall, un inspector jefe detective retirado, aseguró que ambas estaban completamente fuera del radar del sistema de acogida cuando fueron juntas a ese domicilio.

Nadie sabía que esas jovencitas estaban allí, nadie además de Ali y Charlton”, indicó Bethall. Y agregó: “Ese es el problema, que eran tan vulnerables porque nadie además de ellas mismas podía cuidarse entre sí”.

“Una vez allí, les pidieron que se desnudaran y se metieran en la cama para que Alan pudiera fotografiarlas, pero cuando la testigo D se negó, Alán la golpeó; Karen intentó intervenir, pero fue estrangulada y recibió un golpe mortal en la cabeza“, describieron los forenses.

Karen Price murió en un intento por salvar a su amiga de ser prostituida.Karen Price murió en un intento por salvar a su amiga de ser prostituida.

El único cabo suelto era por qué uno de los cómplices del asesinato había llamado a la policía, si sabía que podía quedar implicado en una investigación nacional. “Creemos que tenía ansias de protagonismo, y los hechos lo confirmaron con el tiempo”, indicaron.

Alan Charlton e Idris Ali fueron detenidos en 1991 por el asesinato de Karen. Ni bien fueron acusados, ambos se declararon inocentes, pero el jurado los consideró culpables y fueron sentenciados a cadena perpetua.

Alan Charlton sigue tras las rejas, el asesino de Karen Price

En 2016, Charlton, de 56 años, y Ali, de 51, presentaron un pedido de apelación a su condena. La solicitud de Charlton fue denegada, y continúa en prisión de por vida, pero su cómplice, Idris, salió en libertad cuando su condena fue anulada después de admitir más detalles del homicidio.

Un médico confirmó que el joven tenía un “importante deterioro intelectual”, con un nivel de inteligencia un 5% menor al del estándar de la población, bordeando una discapacidad mental.

“Cuando recuerdo este caso y el impacto que tuvo, no sólo en mi carrera, sino en los avances que permitió para investigaciones a nivel nacional e internacional, me siento orgulloso de que hayamos podido resolverlo”, reflexionó el detective Fenton.

Los restos de Karen Wendy Price actualmente descansan en una tumba legítima, que tiene escrita la siguiente dedicatoria: “En la amada memoria de nuestra preciosa y amada hija, hermana y tía. Nacida el 4 de septiembre de 1965 y muerta en 1981”.

No se conocen más detalles del complejo entramado familiar de los allegados de Karen, pero según informaron en un documental posterior de la BBC, su hermana aún va a dejarle flores al cementerio.

Jamás habló con la prensa de forma pública, pero los detectives aseguraron que considera un milagro que hayan podido encontrarla luego de ocho años y que la verdad al fin haya salido a la luz.

Fuente: www.clarin.com

Artículos Relacionados

Volver al botón superior